El final del verano es siempre un momento crítico para los embalses, pero todo depende de en qué condiciones se llega hasta ese punto. Si el invierno y la primavera anteriores fueron muy lluviosos, se encara mejor septiembre/octubre, pero si se arrastra sequía la situación es claramente peor. Pues bien, este año no estamos nada bien.
A fecha de 08 de septiembre el agua embalsada total en la provincia es de 161 hm3, esto es, únicamente el 31,57% de la capacidad total. Un nivel, desde luego, muy bajo. Como no llueve, cada semana hay pérdidas de agua y en tan solo una semana nos hemos dejado por el camino 5 hm3, casi un 1% menos. Estamos peor que hace un año, cuando teníamos embalsado un 37,45%, y muchísimo peor que la media, que es de un 61,43%:
La línea roja corresponde a este año, por lo que se puede ver gráficamente que la situación es bastante mala. De los principales embalses de la provincia, tenemos pérdidas de 1 hm3 en El Vicario, La Fresneda, Montoro, Peñarroya y Torre de Abraham:
El Vicario está en una situación crítica, al igual que la Vega del Jabalón, con solo 2 hm3, a un mísero 6,25% de su capacidad. Torre de Abraham igualmente presenta un aspecto lamentable con solo el 8,75% de su capacidad. El Gasset, del que depende la capital, tiene casi un 31% de su capacidad, también un nivel muy bajo. Los que salvan un poco los muebles son el embalse de Peñarroya, al 72,54%, y Montoro, al 63,80%.
Así las cosas, esperamos que pronto lleguen las lluvias otoñales para ir subiendo estos niveles.